George Town, Penang, Malasia 6 de mayo de 2016
Izquierda Unida y Podemos tendrán la culpa: pronto lloverán piedras.
En mala hora, algo más que un decir, esto de arremangarse y entrar en alguno de los libros de Roa Bastos. Se demoró un poquito pero ya está, nada más comenzar su libro, ya tenemos, dura como la realidad misma, sangrando por los poros de la piel, las constantes de la explotación que pueblan una gran parte de la literatura latinoamericana. Llueven piedras de nuevo. En un antiguo viaje por América Latina experimenté una sensación parecida durante todos aquellos meses que, a la par de viajar por el continente, iba consumiendo la literatura de las tierras que atravesaba. Un hilo de hiel recorría los libros de aquella época, la explotación del hombre, la usurpación, el robo, el crimen; siempre unos pocos haciéndose con las haciendas, el dinero; siempre unos pocos pisando la cabeza a campesinos y ganaderos; siempre unos pocos amañando la política. Una historia nada nueva que está plenamente vigente en nuestros días, aunque se le intente dar unas brochadas de barniz democrático encima. Los prepotentes, los que nacieron para mandar y aprovecharse miserablemente del trabajo y de la propiedad de los otros, poblaban la mayoría de las lecturas; sí, hasta el punto de hacer del acto de leer un verdadero acto de voluntad. Hoy, la hondura de la poesía de Roa Bastos, al que recuerdo casi con las lágrimas en los ojos cuando leí “Hijo de hombre”, recrea en un relato “El trueno entre las hojas” a uno de aquellos personajes humildes, arruinado, ciego por el sadismo, la codicia, la impiedad del propietario de alguna mina.
Llueven piedras. Hoy leí un artículo de Ignacio Escolar que hablaba del acoso a Rita Maestre; junto a él había, como todos los días, puñado de más asuntos de lo mismo; la justicia conchabada, descarada, todavía dueña del sistema judicial; detrás, los meapilas de siempre. Pero es lo mismo, se abra por donde se abra el periódico; ahí tenemos al El País pretendiendo dar lecciones de libertad, de prensa de información rigurosa instigado por ese enemigo público que es Cebrián. Ahí tenemos a Felipe González, no ha conocido este país mayor vergüenza, actuando de carta de presentación de la mafia financiera en algún país africano. Ahí están los desquiciados del sistema preparándose, ahora que Podemos e IU se acercan a la convergencia, a vomitar mierda, a sacar la máquina del fango como único recurso para hacer pasar por su sistema digestivo todo el vinagre que los acontecimientos presentes y próximos les van a obligar a tragar. Decir, jo, en qué país vivimos, ya es un cándido tópico. De pena.
No, y todavía habrá gente que se sienta estafada por Podemos o IU y hagan un discurso que les va a venir de perilla a la mafia del PP, que se enganchen a la maniobra de distracción de los pantuflos, de los peperos, de los servidores del Ibex35 y digan: ahora se van a joder porque no les voy a votar. Dios santo, vivir para ver. Con la tragedia que vivimos a nivel mundial por parte del neoliberalismo y que seamos tan ciegos como para decir tonterías de semejante calibre. En un momento en que el suelo del electorado del PP es de granito, hormiga más, hormiga menos, todos en la misma procesión de ciegos sin que haya posibilidad de mover un milímetro arriba o abajo porque la farándula y la mentira funcionan a pedir de boca en el treinta por ciento de la población, no debería caber otra cosa que retuitear a las mentes claras, arrimar el hombro y dejarse de hacer el gracioso en las redes sociales con chistes que sólo buscan el aplauso de los tontos.
En América Latina llovieron, y llueven, piedras durante montones de décadas y hubo gente que nunca pareció enterarse de ello, el amantísimo patriota peruano Vargas Llosa, por ejemplo. Naturalmente no todos los escritores latinoamericanos rastrearon las injusticias sufridas por el pueblo de aquel continente, muchos, como el autor de “La Casa Verde”, jamás se entretuvieron en esas zarandajas, escribieron floridos libros, bien escritos, es cierto, pero jamás trataron de analizar y recrear las fuentes del dolor, como dieran ejemplo de ello Eduardo Galeano, Ciro Alegría o Ernesto Sábato y tantos otros más. Si un escritor no muestra en sus novelas la realidad sangrante y generalizada de la historia de su país de alguna manera, quiere decir que está dejando la realidad a un lado, que vive en connivencia con los aprovechados de siempre. Hay muchos que se lavan las manos. Por eso estos días en que en España se va a preparar la máquina del fango será bueno saber constantemente donde está el enemigo y quienes son los que van a arrimar el hombro para que este país salga del charco de mierda en que le ha metido el PP y sus allegados. Yo hace tiempo que leo la portada de El País como si fuera la revista cómica de la mañana; de El Mundo, ni hablo; de la Razón… jeje; del ABC, siempre fueron a su bola derechona, aunque don Torcuato tuviera algunos millones en Suiza . No, a la radio y a la televisión no llego, no vaya a ser que salga el Pantuflo de repente y me revuelva el estómago para todo el día; con ese si que no he conseguido reírme, ese me produce vomitones.
Y lo malo es que todo esto es el contenido de la historia. De vez en cuando se cortaron cabezas, o nacieron comunas como la de París, pero al final “los otros”, siempre “los otros” terminaron de hacerse con el cotarro y como lo que primaba en los últimos siglos fue la democracia, más o menos, entonces buscaron la forma primero de comprar votos y extorsionar al electorado y después, cuando los medios de comunicación adquirieron pujanza, ya tuvieron a mano todo lo que necesitaban; ya no fue necesario ir casa por casa, distrito electoral por distrito electoral, entonces ya sólo fue necesario echarle cara, ser un sinvergüenza y hacerse con la prensa y la televisión para adoctrinar debidamente al personal. Qué labor no habrá hecho el PP, un partido compuesto en tan gran parte por mafiosos, con los medios de comunicación a su cargo y los que están a cargo de sus allegados, para que ese tercio de la población del país, pese a todas las desgracias que cayeron sobre sus votantes, sigan contumaces votándoles con una fervorosa romería tras el santo patrón de su devoción.
Este suelo de granito, que he visto escribir por ahí, no tiene solución, así que lo único que nos queda es no perder el norte y afinar en nuestras críticas, hacer todo lo posible para que las fuerzas de izquierdas, ahora abanderadas por IU y Podemos, puedan capitalizar junto a otros partidos, asociaciones o gente de buena voluntad, todas esas ganas de cambio e ilusión que se mueven por la sociedad del país.
Estoy de viaje, pero es cierto que me hierve la sangre cuando algunos días abro el periódico y me encuentro con que en este país existen víctimas de ETA, pero no víctimas franquistas, con que en este país en el caso Gurtel los únicos sancionados hasta ahora son los jueces Elpidio y Garzón, en este país… Pero es así, era lo que me esperaba después de nuestra caminata por el Penang National Park, un día de sofocante calor que hacía penosísimo caminar por la selva de esta isla. Querría haberme saltado la lectura del periódico y haberme echado una merecida y larga siesta, pero no hubo manera. Hay gente por ahí que admiro y tarde o temprano termino aterrizando sobre algún artículo de Escolar, Citora, Viçens Navarro o el prolífico conductor de Carne Cruda, y más tarde es inevitable recurrir al Twitter. Esto ya no parece un blog de viajes, pero qué le vamos a hacer, los acontecimientos mandan.
Va a llover piedras, hay que estar preparados, seguro.